lunes, 24 de agosto de 2009

La economía de Solá

Escuchando a Solá ayer, podemos sacar en limpio que lo que este candidato a presidente quiere en materia económica es una economía que funcione motorizada por el consumo. Peronista recalcitrante a la vista, y por lo tanto un tanto populista, sabe que el consumo es lo que el pueblo quiere y lo que le puede brindar mayor cantidad de votos. Asesorado económicamente por Lousteau, lo que pregona Solá no es para nada irracional, si por ejemplo se tiene en cuenta que la economía mas desarrollada del mundo está también basada en el consumo.
Sin embargo, Solá no repara en el hecho de que Argentina es un país subdesarrollado y por lo tanto, si algún día quiere dejar de serlo, debe sacrificar consumo en el presente, para aumentar su ahorro interno y permitir que se invierta lo necesario en infraestructura. El ahorro que se requiere es privado y público. El ahorro público es condicion necesaria para el ahorro privado. Lo que quiero decir es que sólo si el gobierno prueba ser responsable en materia fiscal, es decir, que logra acumular superávits, demostrará solvencia para que los argentinos no fuguen sus ahorros y entonces se decidan a prestarle.
Las grandes inversiones en infraestructura como rutas, autopistas, mejoras en transporte, redes ferroviarias, túneles para descongestionar tráfico urbano, puertos; deben en su mayoría ser realizadas por el Estado (mas aún si se tiene en cuenta el alto grado de incertidumbre en la Argentina) ya que representan un alto costo hundido, lenta capacidad de repago y además en su mayoría funcionarán como bien público, por lo que deberían ser financiadas por todos los ciudadanos.
Entiendo el discurso de Solá desde el lado de su ideología política. La conclusión que derivamos es que Solá es demasiado populista para un país subdesarrollado como el nuestro.
Hay que sentar las bases para producir y luego intentar ampliar la capacidad de consumo, de lo contrario se tiene una economía propensa a presiones inflacionarias y con un ingreso potencial bajo para siempre.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Recesión: ¿Políticas de oferta o de demanda?*

Hoy en día el debate a nivel académico (R. Barro vs. P. Krugman) pasa por determinar si para salir de la recesión se debe seguir aumentando el gasto o reducir los impuestos. Trataremos de brindar una respuesta con un análisis que no pretende tener la última palabra ni mucho menos, pero que permite mostrar las implicancias desde un punto de vista keynesiano.

Notación

A= componente autónomo de la demanda agregada (inversión mas gasto público, en una economía cerrada).

c: propensión marginal a consumir.

t: alícuota impositiva promedio.

Tenemos entonces que el nivel de productos es: Y=[1/1-c(1-t)] A (1)

Donde el cociente refleja el efecto multiplicador, es decir, cuanto aumenta el nivel del producto ante un aumento de la demanda inducido por mayor gasto público.

Más precisamente:

dY= 1/[1-c(1-t)] dA (2)

Ahora, mi intención es ver cuánto aumenta el producto ante una rebaja en la alícuota impositiva promedio. Diferenciando la ecuación 1 respecto de t, ceteris paribus, obtenemos la siguiente expresión:

dY= -Ac.dt/[1-c(1-t)]*2 ; con *2 = al cuadrado (3)

Como esperábamos la ecuación 3 tiene signo negativo, indicando que una rebaja de impuestos eleva el nivel de producto, suponiendo nivel de gasto constante.Ahora un simple ejemplo nos mostrará qué política, de oferta o de demanda, aumentará más el nivel de producto:

Datos: A=100; c=0,8; t=0.30: dA= 20; dt= -0,06

En el ejemplo comparo entonces, aumentar el gasto público un 20% contra rebajar los impuestos un 20%.

Situación 1: aumenta el gasto (política de demanda)Reemplazando en la ecuación 2 tenemos que dy= $45,45

Situación 2: reducción de impuestos (política de oferta)Reemplazando en la ecuación 3 tenemos que dy= $24,79

Conclusión: el análisis keynesiano estándar nos indicaría que inflar la demanda mediante una política fiscal expansiva sería una herramienta más efectiva para aumentar el producto que una política de oferta.Una explicación intuitiva para este resultado tendría que ver con que un aumento del gasto se refleja automáticamente en un aumento de la demanda agregada mientras que una reducción de impuestos genera un aumento en el nivel de ingreso disponible, pero no mayor gasto necesariamente.De todas formas, defendiendo la rebaja impositiva, R. Barro parece suponer que el ingreso adicional se gastará todo. Él describe al efecto global de ésta política separando entre un efecto ingreso, que se debe al mayor ingreso disponible y un efecto sustitución, que tiene que ver con el mayor incentivo a trabajar y producir, dado el encarecimiento relativo del ocio. Concluye que reducir los impuestos aumenta más la demanda que la política de aumentar el gasto, ya que al efecto multiplicador (que equivaldría al efecto ingreso, al suponer implícitamente que se materializa todo en mayor gasto del individuo) se le suma el efecto sustitución.Lo único que voy a decir es que me parece una idea interesante. Ahora, con fundamentos, que cada uno saque sus conclusiones. Saludos!

*Este artículo lo escribí en febrero para el blog de un compañero

martes, 18 de agosto de 2009

El Mito de la industrialización tardía

Hay evidencia contundente de que los actuales patrones de comercio no reflejan el esquema pro eficiencia del modelo de H.O según el cual para estar sobre la frontera de posibilidades de producción (pleno empleo) el país debía concentrarse en la exportación de aquellos bienes que son intensivos en el factor relativamente abundante. Eso implicaba un uso eficiente de los recursos ya que se estaban explotando las ventajas comparativas, vendiendo un bien aun precio mayor al de autarquía y comprando bienes que son relativamente más caros de producir internamente.
Un país que intente concentrar sus exportaciones en productos capital intensivos sin ser relativamente abundante en capital, según el model de H.O, esta asignando mal la utilización de sus recursos

Así se espera que los países pobres, que son relativamente abundante en factor trabajo (y escasos en capital) exporten bienes intensivos en mano de obra, como es el caso de los productos primarios con escaso valor agregado. A medida que el país se especializa, se comienzan a dar ganancias de productividad que expanden la frontera de posibilidades de producción, lo cual quiere decir que con igual cantidad de recursos se puede producir más. A este fenómeno se lo llama crecimiento. Un país que tiene capacidad ociosa e intenta aumentar el nivel de producción (de la industria por ej) no esta creciendo, sino que solo se está manteniendo, impidiendo que el capital se siga depreciando por la obsolencia y por lo tanto que su frontera se comprima junto con la cantidad de bienes que la economía produce. El pbi per cápita puede crecer, digamos por mayor valor agregado, pero dada la capacidad ociosa se tratará siempre de menores ingresos corrientes que los alcanzados en años anteriores. Por esta razón, y haciendo uso de la teoría del ingreso permanente el ahorro no aumentará.

El crecimiento genuino expande la capacidad instalada (pbi potencial) y permite a través de un aumento en el pbi per cápita y con un sendero de consumo estable, que la economía incremente su ahorro y consecuentemente la inversión -si suponemos perfecta movilidad de capitales y un nivel de credibilidad en materia de protección de derechos de propiedad y cumplimientos de contratos aceptable.
Así, se desenvuelve un proceso en el cual se va acumulando capital, a tasas probablemente más altas que la tasa de crecimiento de la población. El resultado es que al ir creciendo, el país pobre se fue transformando en capital intensivo.
La consecuencia para su patrón de comercio, obviamente es que ahora va a poder producir bienes con mayor valor agregado. El beneficio de esto no es que aumenta el nivel de empleo (porque ya estábamos en pleno empleo), sino que ahora se pueden consumir mas bienes sofisticados (con la utilidad que eso puede representar para cada uno) a menores precios, ya que la importación anterior de los mismos incluía costos de transporte, y además, se pasan a vender productos diferenciados que no son tan volátiles en materia de precios como la producción de comodities original.

¿Se esperaban más ganancias de la industrialización de un país? ¿Se espera mayor nivel de empleo cuando a la hora de elegir se decide por un modelo de tipo de cambio depreciado que favorece a la industria?
Déjenme darles un contra ejemplo. Nueva Zelanda es un país con dotaciones factoriales relativas similares a la de la Argentina, es un país que se concentra en la exportación de productos básicamente primarios: kiwi, carnes, lácteos y lana. La tasa de desocupación en el 2008 fue del 3,5%, y tiene un PBI per cápita que en dólares es casi el doble del de la Argentina. (26 mil contra 14 mil).

Conclusión: la transición hacia una economía industrializada implica la posibilidad de consumir bienes capital intensivos a menor precio (suponiendo que nuestra productividad iguale a la de los países desarrollados) por el menor costo de transporte, y, además, la economía posiblemente se vuelva menos volátil, no hay mucho mas que eso del lado de beneficios. Al que le queden dudas que vuelva a mirar la tasa de desempleo y PBI per cápita de New Zelanda, siendo un país agroexportador.
Del lado de los costos hay que tener cuenta que:
Éste proceso es path dependant, es decir, que las actuales generaciones dependen de las infraestructura y habilidades desarolladas por las anteriores; que requiere inversión de recursos públicos debido a las fallas de coordinación que impiden que nazca espontáneamente una industria (big push) y que mas importante aún, la carrera internacional por ganar productividad en la producción de estos bienes empezó hace tiempo, lo que quiere decir que volverse competitivos es extremadamente difícil.
La opción que queda, si de todas formas se insiste en industrializar mientras seguimos siendo relativamente escasos en capital, es que los consumidores subsidien al sector, por ejemplo pagando en promedio un 40% más por un auto.

Aclaración: lo expuesto se aplica a una situación en la cual se está por decidir que modelo de país seguir., por ej. en el 2002 se decidió seguir el modelo productivo.

sábado, 1 de agosto de 2009

Morir con las botas puestas?

Fuga de capitales, crisis internacional, incertidumbre permanente, falta de plan de reactivacion determinado, todo esto mantiene a la Argentina estancada.
Pero yo no veo tan mal la situacion. Sera porque estoy mirando mitad llena del vaso. La Argentina todavia esta a tiempo de llegar a tierra firme si ejecutan con decision un par de brazadas efectivas.
En un marco teorico, podriamos decir que nuestro pais esta cerca de entrar en una Crisis del tipo de Segunda Generacion. En este tipo de crisis tenemos un pais cuya economia crece pero siempre haciendo uso del credito externo e interno. Por diversas razones el nivel de endeudamiento crece y los privados comienzan a preguntarse si el pais podra hacer frente a los pagos de capital e intereses.
Cuando el nivel de endeudamiento sobrepasa un limite, los agentes no renuevan los creditos y entonces el pais se ve obligado a devaluar para hacer frente al retiro de dolares. Pero hay una situacion en que no esta claro si el nivel de endeudamieto es todavia financiable o no, aqui el destino economico del pais depende SOLO de la impresion o expectativas que los ahorristas tienen sobre el gobierno y las medidas economicas que este tomara.

Ese caso me hace pensar en la Argentina actual. Los superavit primario y comercial se mantienen pero con el nivel de actividad cayendo y el gasto publico actuando keynesianamente el equilibrio fiscal peligra y obviamente tambien lo hace el equilibrio comercial, debido al menor volumen de exportaciones post comienzo de la crisis internacional.

El tipo de cambio es alto pero no se disparo abruptamente, lo que hace pensar que todavia el nivel de reservas pueden hacer frente a la fuga de capitales sin tener que aplicar medidas drasticas como un corralito bancario.

He nombrado entonces 3 variables de suma importancia que a la vista de los invesores todavia no lucen tan mal como para decididamente no invertir en la Argentina.
Estamos entonces en el limite, parecido a la crisis de segunda generacion someramente explicada mas arriba.

Que se puede hacer?
La Argentina puede comenzar a recomponer su demanda agregada fomentando la inversion, y no el consumo. Segun Friedman, el consumo de una persona tiende a ser bastante estable durante su vida. La persona se endeuda o presta dinero para mantener siempre un nivel de consumo relativamente constante. Es por eso que alentar el consumo via, creditos por ejemplo, no sera demsiado efectivo.
Por otro lado, el uso del gasto publico tiene un techo debido a la caida en la recaudacion que la crisis provoca.
Segun Keynes, por otro lado, la inversion es extremadamente volatil y es la principal causante de los ciclos economicos (recesiones y expansiones).

Cual es la forma mas rapida de atraer inversiones y recomponer la demanda agregada para nuestro pais?
Me inclino por una fuerte reduccion en las retenciones a la soja. Esto cambiara el rumbo de la actividad economia atrayendo rapidamente capitales que se alejan de los bonos norteamericanos en busqueda de mayor rentabilidad y simultaneamente, una vez mejorada la imagen del gobierno, a revirtir el drenaje de dolares.

Pero parece que el gobierno no lo hara...morira con las botas puestas? Espero que no, ya que hay mas de una derrota en juego.